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Semana de la Ciencia 2007

Del 5 al 18 de noviembre de este año, tuvo lugar la séptima edición de la Semana de la Ciencia. Para los que no la conozcáis, la Semana de la Ciencia, consiste en una serie de actividades gratuitas, más de 500 este año, celebradas en la Comunidad de Madrid y relacionadas con la ciencia y la tecnología. Debido al trabajo, me ha sido imposible acudir a los eventos organizados en años anteriores, pero en esta ocasión me he desquitado y he asistido a tres charlas organizadas por el Instituto de Estructura de la Materia del CSIC. Las charlas me permitieron descubrir conceptos básicos de materias como la astroquímica, astrofísica o los plasmas de la mano de los investigadores y docentes del CSIC, todo un lujo.


La evolución de la complejidad química en el Universo y el origen de la vida
En esta charla, de la mano profesor Jesús Martín Pintado, repasamos la historia del Universo desde el Big Bang hasta el surgimiento de vida en nuestro planeta utilizando el enfoque de la complejidad química. Desde los primeros protones, neutrones y electrones, y pasando por la formación de las primeras moléculas, las primeras estrellas masivas, las nubes de polvo (“Somos polvo de estrellas!”), las estrellas como nuestro Sol y los planetas, terminamos analizando las diversas teorías que explicaban la creación de los aminoácidos, uno de los ladrillos de la vida. Fue una charla magistral de la que me llevo alguna curiosidad (como que una molécula habitual en el espacio interestelar es el alcohol etílico, o lo que los frikis del tema llaman “el botellón galáctico”) y la idea de que el Universo conduce de forma natural a la complejidad química necesaria para la vida, una idea que me parece grandiosa.

Los plasmas: de la aurora boreal al interior de una estrella, del tubo fluorescente al reactor de fusión
En la charla sobre plasmas, la investigadora Isabel Tanarro nos explicó el concepto de plasma, los procesos para su generación, sus propiedades físicas, sus clases y sus usos cotidianos en la industria. En una estupenda presentación, en la que Isabel llego a utilizar un microondas para generar plasma en una cápsula con aire a baja presión, repasamos las principales manifestaciones en la naturaleza de este cuarto estado de la materia. Desde manifestaciones tan conocidas como el fuego (efectivamente, el fuego es plasma!) o un rayo, hasta las más impresionantes como la aurora boreal o la corona solar.

Foto de la aurora boreal (fuente Wikipedia)

Física de agujeros negros
En una sala abarrotada de gente, Luis J. Garay, investigador del CSIC y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, intento explicar en una hora y a un público no especializado (por lo menos yo no lo era) conceptos como la relatividad general, las ecuaciones de Einstein, las fuerzas de marea, la formación y estructura de agujeros negros, las leyes de su dinámica, la radiación de Hawking y otro cúmulo de ideas muy interesantes que superan sin duda muchos libros de ciencia ficción ;) Una charla impresionante, la mejor de las tres desde mi punto de vista, que me deja perplejo ante la cantidad de ideas y conceptos que se manejan en este campo y muchas ganas de empaparme más sobre el tema.

Imagen artística del supuesto agujero negro Cisne-X1

Así que ya sabéis, no os perdáis la oportunidad de asistir a futuras ediciones de la Semana de la Ciencia y así igual nos cruzamos en algunas charlas tan buenas como estas ;)

Enlaces
A pesar de que en las tres charlas nos aseguraron que podríamos descargarnos las presentaciones de las mismas de la web, buceando un poco he encontrado las presentaciones de las dos últimas charlas y de hecho no totalmente actualizadas.
Los plasmas: de la aurora boreal al interior de una estrella, del tubo fluorescente al reactor de fusión
Física de agujeros negros (versión del 2006)

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posted by izzack @ 7:37 p. m., ,

Hackelarre

Con el eslogan “sincronización de conocimientos; feedback de experiencias; conectando mentes inquietas; creando archivo...” se presentaba el evento hacktivista más importante del panorama nacional, el hackmeeting, que en su versión 2007, se celebraba en el pueblo vizcaíno de Guernica y tomaba el nombre de hackelarre.

Logo de hackelarre (descargado de aswarp)

Hacktivismo y hackmeeting

Pero… ¿Qué es el hacktivismo?¿En qué consiste? Tal y como comenta txipi en su blogEl hacktivismo es la fusión del hacking y el activismo, la utilización de las técnicas hackers para una causa.” Por su parte, el hackmeeting es un evento que reúne durante varios días y de forma anual a hacktivistas, y no hacktivistas, con ganas de compartir experiencias, conocimientos y buen rollo en algún enclave de la geografía nacional. Se caracteriza por ser un encuentro autogestionado y autoorganizado, en el que no hay organizadores ni invitados y en el que dan conferencias y se realizan talleres y mesas redondas de temática muy variopinta, pero siempre en el marco del software libre, la tecnología de la información y la cultura libre. Este evento se viene celebrando desde el año 2000 y ya ha pasado por Barcelona, Leioa (Vizcaya), Madrid, Pamplona, Sevilla, Menorca y Mataró (Barcelona), siendo Guernica el lugar elegido para albergarlo este año.

Hackmeeting 2007: Hackelarre
Durante los días 12, 13 y 14 de octubre, el impresionante centro social ocupado, o gaztetxe en euskera, ASTRA dio cabida a decenas de hacktivistas llegados de todas partes y con muchísima ganas de vivir un nuevo hackmeeting. Cada una de las tres plantas de esta antigua fábrica de armamento reconvertida a centro social, alojaron las distintas zonas necesarias para la celebración del hackmeeting. En la planta baja estaban el punto de información, las mesas para cacharrear, el comedor y la barra. En la segunda planta se localizaban las tres salas de conferencias y el rocódromo, mientras que la tercera planta estaba dedicada a los dormitorios, la sala de prensa y la radio. Las tres jornadas del hackmeeting fueron muy intensas, concentrándose las charlas y talleres el segundo día. Os presento a continuación mi crónica de tres días intensos de hacktivismo.

Centro social ocupado ASTRA (foto de indymedia)

Día 1: Llegada y acogida
Saliendo de Madrid a las nueve de la mañana, y después de cinco horas de autobús, el metro de Bilbao y el tren, por fin llegue a Guernica, donde mi amigo Guille me estaba esperando. El gaztetxe, estaba a tres pasos de las estación de tren por lo que llegamos en seguida. La primera vista de ASTRA nos dejo impresionados, parecía complicado creer que toda aquella inmensa fábrica había sido ocupada e iba a ser nuestra morada durante los siguientes días. Entramos y nos pasamos por el punto de información para que nos comentaran lo básico acerca de las instalaciones así como de las actividades.

Dejamos las mochilas y los sacos de dormir en la tercera planta y nos dirigimos a la primera charla, “La magia de los números”. Después de la charla nos pasamos por otra en la que Blackhold nos comentó sus experiencias en el desmontaje y montaje de portátiles. Nos tomamos una cervecita y decidimos darnos una vuelta por el pueblo para cenar antes de la charla nocturna.

Blackhold presentando el nodo "Hardware de portátiles" (foto de chisno)

La noche comienza en el dormitorio con un taller de “Brainhacking práctico” de Meskalito en el que algo más de una docena de personas descubrieron los efectos de la respiración de fuego del Kundalini yoga al ritmo de un yembe (o eso creo) y cánticos de los indios. Guille y yo, que no pudimos hacer el taller por la chistorra y los huevos del plato combinado que nos habíamos zampado durante la cena, nos quedamos de cuidadores y flipamos con las reacciones de la gente. Todo un espectáculo! Una pena no haber podido realizar el taller nosotros mismos.

Acabado el taller, nos bajamos a la barra y después de un par de cervezas y un rato en el rocódromo, nos unimos a la marea de gente que acudía a la celebración de la asamblea. En la asamblea se trataron varios temas de gran trascendencia para el hackmeeting, como su organización, su futuro, los problemas de comunicación… pero todo esto en clave de humor gracias a una parodia de programa televisivo que a mi personalmente me pareció la leche. Entre risas, abucheos y comentarios creo que se cumplió con el objetivo de tratar varias cuestiones de vital importancia para el hackmeeting e implicar a gente más nueva en este evento, como por ejemplo yo mismo ;)

No se a que hora acabo la asamblea. Lo único de lo que me acuerdo es que caí rendido nada más llegar al saco.

Dormitorio (foto de aswarp)

Día 2: Charlas, talleres, actividades…
El segundo día comienza con un desayuno en el pueblo y con un plan lleno de cosas interesantísimas por delante. Antes de acudir a las charlas, y con la conciencia intranquila por nuestra nula aportación a la organización del evento agravada por la asamblea de la noche anterior, Guille y yo nos dirigimos al centro de información y procuramos echar una mano. Organizamos las camisetas, los turnos de apoyo para las charlas e informamos a los nuevos hacktivistas.

Antes de comer, nos pasamos por la conferencia de David Maeztu, “Propuesta LPI”. En la charla se hablo de LPI (Ley de Propiedad Intelectual) y de Dominio Público en España. De esta exposición me llevo la idea de que es necesario luchar por un Dominio Público más eficiente al que podamos aportar nuestras propias obras y acceder a las obras registradas en el mismo.

Ambiente en la zona de cacharreo de la primera planta (foto de ellosnoexisten.com)

Tras la comida… más charlas y conferencias, a cada cual más interesante. De forma resumida, txipi nos hablo de la seguridad en redes VoIP, siempre desde un punto de vista práctico, asistimos a una exposición de fotos y charla zapatista, Ál nos aviso de los peligros de las aplicaciones Web 2.0 privativas y nos quedamos perplejos ante los conceptos presentados por Iñaki en el nodo “Rootkits: Técnicas, contratécnicas e ideas” en la que se habló de rootkits capaces de infectar la BIOS y sobrevivir a una reinstalación del Sistema Operativo… la leche!

Por la noche, el grupo de acción directa para la erradicación del software privativo, Escamot Espiral, leyó un comunicado y realizó un exorcismo del ordenador de la barra, infectado hasta aquel momento por el Windows XP. Impresionante! Cervezas, concierto, cacharreo y a la cama después de un día muy completo.

Grupo de acción directa Escamot Espiral (foto de aswarp)

Día 3: Cierre
El tercer día, fue el más corto para mí porque a las 14:00 ya estaba en la estación de trenes para volver a Bilbao y de ahí a Madrid. Pero antes de la partida, todavía tuve tiempo de acudir a la charla sobre Somasuite, un software libre de gestión de radios libres, en la que tuvimos el placer de estar acompañados por su creador italiano, bakunin.

Entre tren, metro, autobús, atasco y metro, llegue a mi casa a las 23:00 y di por finalizado el hackmeeting de este año hecho una mierda, pero muy contento.

Conclusiones
Me he llevado una imagen impresionante del hackmeeting, su organización, la gente, el ambiente y la calidad de sus charlas, talleres y conferencias. A pesar de las autocríticas realizadas durante la asamblea del sábado, a mí personalmente me pareció todo un éxito. Solamente espero poder aportar algo más en futuras ediciones a las que acudiré sin ninguna duda para volver a disfrutar de este gran evento.

Enlaces
Página principal hackelarre
Galería de material multimedia del hackelarre

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posted by izzack @ 8:51 p. m., ,

Kibera

Si algún día viajas a Nairobi, seguramente te asombrará el bullicio de su Business Center, la variedad de sortijas y cachivaches del Masai Market o el gusto a pollo de la carne de cocodrilo del restaurante Carnivore. Pero lo que seguramente dejarás de visitar, porque ninguna guía ni ninguna agencia lo recomiendan, es Kibera. De hecho, cuando preguntes por el matatu número 8 o el autobús número 32 con tu cara de mzungu (blanco en swahili), una respuesta muy probable será: “Are you sure, my friend, that you want to go to Kibera?

Bienvenido al slum más grande de África, bienvenido a Kibera!

Ana, Guille y Alo ante Kibera

Kibera es un asentamiento de chabolas ubicado en la parte suroeste de Nairobi que cubre una extensión de 2.500 metros cuadrados y que alberga a un millón de personas (algo así como la población de Valencia!) de las cuales algo menos de la mitad están contagiadas con el virus del VIH. El origen del asentamiento, data del final de la Primera Guerra Mundial, cuando el Gobierno Británico cedió las tierras en las que se sitúa, a un grupo de soldados nubios en recompensa a los servicios prestados durante la guerra. Actualmente y debido principalmente al éxodo rural, Kibera tiene el dudoso honor de ser el asentamiento de chabolas, o slum, más grande de África y el segundo a nivel mundial.

Vista panorámica de Kibera

De la mano de una profesora local colaboradora de la organización San Vicente de Paul, pudimos sumergirnos en este mundo donde el significado de la palabra pobreza cambió para muchos de nosotros. El objetivo de la visita era conocer de primera mano la situación de varias familias cuyos hij@s estudiaban en el colegio gestionado por dicha organización.

La visita comienza en la parte alta de Kibera desde la que empezamos a bajar callejeando (siempre y cuando a eso se le pueda llamar calles!) entre las chabolas. Como Kibera no dispone de un sistema de saneamiento, seguimos un riachuelo de aguas fecales de camino a la morada de la primera familia. Tras los saludos y el desconcierto inicial, parte del grupo entra en casa para conversar con la madre de la familia y parte nos quedamos fuera jugando con los niños. Los críos, que a grito pelado de “Mzungu, mzungu!” se nos acercaban para tocarnos y luego salir disparados, estaban totalmente maravillados al descubrir que los nuevos visitantes tenían pelo en los brazos.

Los chavales de Kibera

Terminamos de charlar con la primera familia, y realizamos una segunda visita a una chabola cercana. Esta segunda chabola desafiaba de forma descarada a toda ley física y se mantenía en pie construida con palos y barro. Conversamos con la segunda familia y continuamos con el trayecto a través del slum.

Niña en Kibera

La madre de la tercera familia (de hecho, no conversamos con ningún padre), nos relató una historia de esas que te encogen el estomago y te hielan los pies. Resulta que un buen día por la mañana, esta mujer se dirige al baño (los baños en Kibera, como en muchas zonas rurales de Kenia, consisten básicamente un agujero cavado en la tierra rodeado de cuatro ‘paredes’) y descubre flotando en la mierda a una niña recién nacida. La mujer rescata a la niña (a la posteriormente llamaría Emmanuelle), y ante la imposibilidad lógica de encontrar a su madre, decide quedársela. La mujer, que antes de recoger a Emmanuelle ya tenía una hija, pierde a su marido y se casa con otro hombre que tiene tres hijos. Pues bien, a este personaje, no se le ocurre otra cosa que rechazar a las dos crías de la mujer y echarlas a la calle cada vez que está en casa! Entre lágrimas y sollozos, la mujer nos cuenta su impotencia para cambiar la situación ya que el puestecillo que le sirve de sustento no le permite aspirar a otra vida. Después de una historia así, te planteas si a niveles universales las cuestiones que nos preocupad día a día tienen algún sentido. Una situación de locos!

Niña con su hermano a cuestas

Con un nudo en el estomago y las emociones a flor de piel, abandonamos a la madre de Emmanuelle y seguimos con la ruta y visitamos otras familias. Transcurre la tarde y el viaje llega a su fin. Nos tomamos una última foto al abandonar Kibera para dejar constancia de nuestro paso ;)

Nosotros en Kibera

Para mí, la visita a Kibera ha sido un viaje inolvidable que me ha dejado un recuerdo agridulce. Es un lugar en el que las historias del slum, llenas de pobreza, violencia, enfermedad y tristeza se mezclan con la vitalidad y la alegría de los niños y la hospitalidad de sus moradores. Sin lugar a dudas, Kibera es un sitio para no olvidar.

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posted by izzack @ 7:33 p. m., ,

Kilimanjaro

Durante el transcurso del viaje que realizamos unos amigos a Kenia y Tanzania, tuvimos la oportunidad de intentar y lograr coronar el monte Kilimanjaro. De hecho, este era uno de los objetivos de viaje. A continuación os incluyo la crónica de nuestro ascenso al techo de África.

Introducción
Situado en el noroeste de Tanzania, el monte Kilimanjaro con sus 5895 metros es el pico más alto del continente africano. Este hecho, además de convertirlo en una de las Siete Cimas (Seven Summits), atrae cada año a un numeroso grupo de montañeros tanto profesionales como aficionados. En este segundo grupo nos encontrábamos mis siete amig@s y yo, que con más ganas que idea nos lanzamos a esta aventura.

Preparación
A decir verdad, cuando salimos de Madrid con destino Nairobi, lo único que teníamos preparado en relación a la ascensión, era el material de alta montaña (saco, ropa de invierno y botas) y el nombre del pueblo tanzano (Arusha) al que teníamos que llegar. Habíamos decidido cerrar los detalles de la expedición una vez situados en territorio africano, para poder negociar con la gente local en vez de con grandes agencias de viajes. La jugada nos salió bien, y tras un día de negociaciones con un par de agencias locales llegamos a un acuerdo para la ascender por la ruta Machame (ruta del 'Whisky') en 6 días por unos 600 euros en total por persona, incluyendo comida, transporte, porteadores y guía.

Día 1: Arusha - Machame Gate (1.950 m) - Machame Camp (2.980 m)

Salimos en autobús desde Arusha temprano por la mañana con dirección a la Machame Gate. Ahí completamos los tramites para entrar en el parque natural Kilimanjaro y percibimos por primera vez la envergadura de nuestra expedición. Entre guías, cocineros, camareros (sí, sí, camareros!) y porteadores, 25 personas iban a ayudar a nuestro grupo de 8 amiguetes a conseguir el objetivo de llegar a la cima. Con un sabor agridulce en la boca, por la perdida de parte de la autenticidad de nuestra aventura (o eso creíamos), nos ponemos en marcha inmersos en un espeso bosque al más puro estilo del 'Señor de los Anillos'. Llegamos sin problemas al primer campamento, Machame Camp y comenzamos a… sentir frío! Tras una buena cena, nos tomamos un té con nuestro guía Ibrahim y a la cama.

Vista del espeso bosque de camino a Machame Camp

Día 2: Machame Camp (2.980 m) - Shira Camp (3.840 m)
El segundo día comienza, tal y como acabó el primero, con mucho frío. Desayunamos bastante bien, y nos ponemos de nuevo en marcha. La subida transcurre sin problemas y a mediodía cruzamos la altura psicológica de las nubes. Un corto tentempié para recuperar fuerzas y seguimos subiendo hasta el segundo campamento, Shira Camp, situado a la nada despreciable altura de 3840 metros. De nuevo una buena cena (de hecho prácticamente idéntica en contenido a la del primer día), y a la cama prontito con la mente puesta en la siguiente jornada, en la que por idea íbamos a experimentar los primeros síntomas del tan temido mal de altura.

De camino a Shira Camp con el Kilimanajaro en el fondo

Día 3: Shira Camp (3.840 m) - Barranco Camp (3.950 m)
El tercer día comienza con la advertencia por parte de nuestro guía Ibrahim de que la presente jornada iba a ser vital en nuestro proceso de aclimatación por lo que nada de saltarnos las dos reglas básicas de la aclimatación a la altura: beber mucha (2 litros durante la ruta) y andar "Pole, pole!" (despacio en idioma swahili).

A pesar de que la altitud del campamento de salida era similar al del campamento de llegada en el Great Barranco, durante el día alcanzamos los 4.500 metros. La ruta no ofrecía ninguna dificultad técnica en si, pero a medida que íbamos avanzando, algunos de nosotros empezamos a sufrir los síntomas del mal de altura. Esta molestia, denominada formalmente mal agudo de montaña (MAM) y causada por la falta de oxígeno en el organismo, suele afectar de forma diferente a cada individuo. En cuanto a nuestros síntomas, los más habituales eran un dolor de cabeza constante (era como hacer monte de resaca!) y fatiga.

Por la tarde llegamos al campamento, Barranco Camp, enclavado en un paisaje… extraterrestre!, sí, creo que esta es la definición que mejor aplica. Desde el campamento, pudimos tener una vista impresionante del Kilimanjaro y del Great Barranco, una depresión que se perdía entre el colchón de nubes. Tras una cena tranquilita acompañada de mucho té e infusiones, a la tienda a descansar para la próxima jornada.

Barranco Camp

Día 4: Barranco Camp (3.950 m) - Barafu Camp (4.550 m)

La jornada comienza con la subida de un considerable desnivel, conocido localmente como Breakfast. Técnicamente creo que este fue el tramo más complicado de la ruta, ya que en algunos puntos incluso había que trepar un poco… pero sin problemas! Superamos el Breakfast y continuamos por un paisaje de desierto alpino… roca, pizarra y arena gris. Los síntomas del mal de altura seguían presentes, pero la aclimatación de la jornada anterior, dio en parte sus resultados y las molestias si no eran menores, por lo menos eran mucho más soportables.

Subiendo el Breakfast

Llegamos al campamento, Barafu Camp, por la tarde bastante cansados, y fue entonces cuando Ibrahim nos presento el plan para coronar la cima. La cosa pintaba como sigue, a las 19:00 íbamos a tomar la cena, tras lo cual nos retirábamos a descansar y a las 23:30 teníamos que estar preparados para tomar un té con galletas y a las 00:00 salir con dirección a la cima, para después de seis horas de ascensión llegar a coronar… vaya, que era una locura! Aquí es donde nos acordamos de la posibilidad de hacer la ruta Machame en siete días en vez de seis, pero en nuestro caso, no teníamos víveres para aguantar un día más así que no nos quedaba otra.

De camino a Barafu Camp

Tomamos una copiosa cena de pasta con carne en dudosas condiciones. Como os habréis supuesto, a pesar de llevar un equipo de 25 personas, no nos pudimos traer los frigoríficos para conservar la carne en las condiciones sanitarias adecuadas, por lo que después de cinco días, aquella carne era comestible pero no muy recomendable. Lo curioso es que algunos de nosotros, entre los que me incluyo ;), no nos dimos cuenta de su estado hasta que alguien hizo un observación por su fuerte olor, y la verdad es que tampoco nos importo demasiado, lo que fue un error. Después de la cena, tomamos té y conversamos con los guías. Teníamos muchas dudas acerca de la ascensión nocturna pero tras un par de comentarios reveladores de Ibrahim ("If you stop… you freeze my friend! You'll see!"), el cansancio y la fatiga nos invitaron a retirarnos para descansar y recuperar fuerzas en las tres horas que teníamos disponibles.

Barafu Camp

No si fue el mal de altura o simplemente que estaba nervioso, pero no pegue ojo durante las tres horas. A las 23:00 estaba reventado, como si me hubiesen pegado una paliza, pero era la hora y había que prepararse. Nos reunimos en la tienda central, nos tomamos el té con las galletas y a las 00:00 del quinto día nos pusimos en marcha con dirección a la cima.

Día 5: Barafu Camp (4.550 m) - Uhuru Peak (5.895 m) - Mweka Camp (3.100 m)

Con un frío de narices y con algunas molestias debidas al mal de altura y a la carne de la cena, comenzamos a ascender. En la noche cerrada, lo único que podías ver con la luz del frontal era a tus compañeros y si le levantabas aun más la vista a una larga fila de luces de frontal que se perdía en la oscuridad y que se confundían con las estrellas. Era una imagen impresionante, pero entre el frío, el dolor de cabeza y el malestar general, tampoco teníamos muchas ganas para deleitarnos con el paisaje.

La dos primeras horas de ascensión transcurrieron sin muchas incidencias, a pesar de que la gran cantidad de gente y el reducido número de vías creaba auténticos atascos. A partir de la segunda hora, el tema se puso más complicado y cada uno empezó a luchar con sus problemas. A los que la carne en dudosas condiciones de la cena les había sentado mal, hacían malabares con el esfínter a la espera de que el Fortasec hiciese sus efectos. Los que estaban muy afectados por el mal de altura, entre los que me incluyo, intentábamos aguantar como podíamos la cefalea aguda, la desorientación y los bajones de tensión. El resto, hacía lo propio con el frío extremo y la sensación de congelación de las extremidades… 10 grados centígrados bajo cero es lo que tienen ;). Cada uno tenía con que entretenerse. El grupo se tuvo que dividir en dos porque no todos podíamos ir al mismo ritmo.

Personalmente, yo llegue al Stella Point, a una hora de la cima, hecho una mierda. Es frustrante dar tres pasos y tener que pararse por fatiga, dar otros tres, y tener que sentarse en el suelo recuperando la respiración. Pero el ánimo por parte de lo guías, la vista de la cima y la sensación de estar muy cerca nos animaron para retomar el camino e intentar llegar. Laura y yo llegamos a Uhuru Peak a las 6:30 de la mañana del quinto día, media hora más tarde que el resto del equipo, pero llegamos! Mentiría si dijese que no lloré como una niña en el trayecto desde el Stella Point hasta el Uhuru Peak, así que no lo voy a decir ;)

Amanecer en la cima del Kilimanjaro

Kilimanjaro, Uhuru Peak, 5.895 metros, la cima más alta del continente africano… por unos instantes la adrenalina y las vistas hacen olvidar el cansancio, el frío y el mal de altura. Abrazos, fotos de rigor y tras veinte minutillos, enfilamos el camino de vuelta. Lo habíamos conseguido, hostia!

Vistas del glaciar y las nubes desde Uhuru Peak

El quinto día, no acaba allí, de hecho acaba de comenzar, son las 7:00 de la mañana cuando empezamos a descender el Kilimanjaro. Tres horas de descenso hasta el Barafu Camp, una hora de descanso, y otras 4 horas de descenso hasta el campamento, Mweka Camp. Recopilando, desde el comienzo de la travesía del cuarto día, en el Barranco Camp, habíamos dormido 3 horas (el que consiguió dormirse), y a las 15:00 del quinto día seguíamos caminando. A pesar del cansancio, bajar a la cota de los 3.100 metros nos permitió deshacernos de forma definitiva de las molestias del mal de altura.

Comienzo del descenso

Día 6: Mweka Camp (3.100 m) - Mweka Gate (1.700 m) - Moshi

Pasamos el último día de nuestra expedición con un paseíllo de un par de horas desde el campamento hasta la Mweka Gate dónde recibimos los título acreditativo de nuestra subida, tras lo cual, nos trasladamos en Moshi, donde nos despediríamos de nuestros porteadores y guías.

Conclusión
Subir a la cima el Kilimanjaro es una de esas experiencias, que por sus características extremas, hace que te conozcas un poco mejor descubriendo tus fortalezas y tus debilidades. Aunque la subida no puede considerarse extremadamente dura en el plano físico, el mal de altura y el frío son los alicientes que convierten el ascenso del Kilimanjaro en toda una aventura. No se si volveré al Kilimanjaro, o a cualquier otra montaña por encima de los 4.000 metros, pero es una experiencia que recomiendo a todo el mundo.

Nosotros, en algún lugar de la ruta...

PD: Este post se lo dedico con todo el cariño a Guille, Josevi, Ángel, Alo, Nacho, Ana y Laura. De las vueltas que de la vida, siempre estaremos juntos en el Kilimanjaro!

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posted by izzack @ 2:32 p. m., ,

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