Paracaidismo
domingo, mayo 21, 2006
Montar en un avión al estilo de las antiguas películas de la Segunda Guerra Mundial. Sentir un escalofrío que atraviesa todo tu cuerpo cuando a 4000 metros de altura se abre la portezuela. Quedar colgado en el vacío unos instantes y acelerar de 0 a 220 kilómetros por hora. Disfrutar de la caída libre después de que la adrenalina de la aceleración de paso a las endorfinas. Frenar en seco cuando se abre el paracaídas y observar el paisaje a vista de águila hasta llegar al suelo.
Todo este cúmulo de situaciones y vivencias convierten un salto tándem con paracaídas en una experiencia genial. Si además puedes compartirla con unos buenos amigos, tienes asegurada una aventura inolvidable.
Etiquetas: General
posted by izzack @ 1:12 p. m.,
1 Comments:
- At 8:05 p. m., said...
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Buena foto, sí señor! Ha faltado esa en la que el pellejo se te desprendía de la cara (tipo V) XD. Hay que repetir...
Enga, diorl!